viernes, 20 de septiembre de 2019

Historia de Fideguá.

Aquella mañana Fideguá decidió que no volvería a montar a caballo. La razón: el día anterior se había caído de su montura y ahora tenía rotas cinco costillas. Así pues, en vez de ir a las cuadras, se dirigió al hospital para que le revisaran.
De camino al centro médico vio un accidente en una rotonda. No había ni ambulancias ni Guardia Civil. Tendido en el suelo un hombre barbudo agonizaba. Fideguá detuvo el coche y se bajó. Se apresuró a socorrer a aquella persona.

- ¡Deprisa! No me queda mucho tiempo de vida.
- Tranquilo, amigo.
- Me muero. Toma este cofre y corre.


El hombre exhaló un último suspiro y acto seguido falleció. Fideguá miró a su alrededor y comprobó que aún no había llegado nadie. Luego examinó el cofre. Éste estaba cerrado, y tenía una combinación secreta de cinco números. De repente se oyeron sirenas. Fideguá fue a su coche, abrió el maletero y escondió la misteriosa caja en el hueco de la rueda de repuesto.

La Guardia Civil llegó. Del Nissan Patrol se bajaron dos agentes: uno era calvo con bigotazo y el otro moreno y grandullón. Con paso lento y chulesco se acercaron al cadáver. Mientras el del bigote lo examinaba, el moreno se dirigió a Fideguá:

- Buenos días ¿Qué pasa aquí?
- Buenos días, agente. Yo iba pasando por la carretera cuando me he encontrado con todo este jaleo.
- ¿Sabe usted quién era este hombre?
- Ni idea.
- Está bien. Tiene usted que acompañarnos al cuartelillo.


-         - Pero agente, tengo cita con el médico dentro de media hora. Ayer me caí del caballo y tengo 5 costillas rotas.
-  - Me da igual lo que tenga usted roto. Aquí hay un hombre muerto y es usted el único testigo. De manera que nos va a acompañar, bien por las buenas, o bien detenido.
    
      Fideguá analizó la situación. Le dolía mucho el cuerpo; pero él sabía que no obedecer a la Guardia Civil era un delito. De manera que decidió obedecer. Subió al Nissan Patrol y resopló resignado. Dejó su coche en la rotonda. Mientras se marchaban con las sirenas encendidas, llegaron dos furgonetas negras, de las que se bajaron hombres con gafas de sol y trajes negros. Eran los hombres de negro.
     
      De camino al cuartel un ciervo se cruzó por la carretera. El guardia civil del bigote, que era el que conducía, intentó esquivarlo. Lo consiguió; pero la maniobra acabó estrellando el coche contra un árbol. Fideguá murió en el acto; y los guardias resultaron ilesos.   FIN. 

   
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5 comentarios:

  1. - Pero agente, tengo cita con el médico dentro de media hora. Ayer me caí del caballo y tengo 5 costillas rotas.
    -Me da igual lo que tenga usted roto. Aquí hay un hombre muerto, es usted el único testigo. De manera que nos va a acompañar, bien por la buena, o bien detenido.

    Fdeguá analizó la situación. Le dolía mucho el cuerpo; pero él sabía que no obedecer a la Guardia Civil era un delito. De manera que decidió obedecer. Subió al Nissan Patrol y resoplo resignado. Y dejo su la rotonda. Mientras se marchaban con las sirenas encendidas, llegaron dos furgonetas negras, de las que se bajaron hombres con gafas de sol y trajes negros. Eran los hombres de negro.

    soy Ángela

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  2. - - Pero agente, tengo cita con el médico dentro de media hora. Ayer me caí del caballo y tengo 5 costillas rotas.
    - - Me da igual lo que tenga usted roto. Aquí hay un hombre muerto y es usted el único testigo. De manera que nos va a acompañar, bien por las buenas, o bien detenido.

    Fideguá analizó la situación. Le dolía mucho el cuerpo; pero él sabía que no obedecer a la Guardia Civil era un delito. De manera que decidió obedecer. Subió al Nissan Patrol y resopló resignado. Dejó su coche en la rotonda. Mientras se marchaban con las sirenas encendidas, llegaron dos furgonetas negras, de las que se bajaron hombres con gafas de sol y trajes negros. Eran los hombres de negro.
    soy pedro

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  3. - Pero agente, tengo cita con el médico dentro de media hora. Ayer me caí del caballo y tengo 5 costillas rotas.
    - Me da igual lo que tenga usted roto. Aquí hay un hombre, y es usted el único testigo. De manera que nos va a acompañar bien por las buenas, o bien detenido.

    Fideguá analizo la situación. Le dolía mucho el cuerpo; pero él sabía que no obedecer a la Guardia Civil era un delito. De manera que decidió obedecer. Subió al Nissan Patrol y resopló resignado. Dejo su coche la rotonda. Mientras se marchaban con las sirenas encendidas, llegaron dos furgonetas , de las que se bajaron hombres con gafas de sol y trajes negros. Eran los hombres de negro.

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  4. - Pero agente, tengo cita para el médico dentro de de media hora. Ayer me caí del caballo y tengo 5 costillas rotas.
    - Me da igual lo que tenga usted roto. Aquí hay un hombre muerto y es usted el único testigo. De manera que nos va a acompañar, bien por las buenas, o bien detenido.

    Fideguá analizó la situación. Le dolía mucho el cuerpo; pero él sabía que no obedecer a la Guardia Civil era un delito. De manera que decidió obedecer. Subió al Nissan Patrol y resopló resignado. Dejó su coche en la rotonda. Mientras se marchaban con las sirenas encendidas, llegaron dos furgonetas negras, de las que se bajaron hombres con gafas de sol y trajes negros. Eran los hombres de negro.

    Texto corregido
    Sergio

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  5. - Pero agente, tengo cita con el médico dentro de media hora. Ayer me caí del caballo y tengo 5 costillas rotas.
    -Me da igual lo que tenga usted roto. Aquí hay un hombre muerto, y es usted el único testigo. De manera que nos va a acompañar, bien por las buena, o bien detenido.

    Fideguá analizó la situación. Le dolía mucho el cuerpo; pero él sabía que no obedecer a la Guardia Civil era un delito. De manera que decidió obedecer. Subió al Nissan Patrol y resopló resignado. Y dejo su coche en la rotonda. Mientras se marchaban con las sirenas encendidas, llegaron dos furgonetas negras, de las que se bajaron hombres con gafas de sol y trajes negros. Eran los hombres de negro.

    Texto corregido de Ángela

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