viernes, 27 de marzo de 2020

Lengua. 27 / 03 / 2020. Rumpelstinski.

Había una vez un pobre molinero que tenía una bellísima hija. Y sucedió que en cierta ocasión se encontró con el rey, y como le gustaba darse importancia sin medir las consecuencias de sus mentiras, le dijo:
  • Mi hija es tan hábil y sabe hilar tan bien, que convierte la hierba seca en oro.
  • Eso es admirable, es un arte que me agrada -dijo el rey-. Si realmente tu hija puede hacer lo que dices, llévala mañana a palacio y la pondremos a prueba.
Y en cuanto llegó la muchacha ante la presencia del rey, éste la condujo a una habitación que
estaba llena de hierba seca, le entregó una rueca y un carrete y le dijo:
  • Ahora ponte a trabajar y, si mañana temprano toda esta hierba seca no ha sido convertida en oro, morirás.
Y dichas estas palabras, cerró él mismo la puerta y la dejó sola. Allí quedó sentada la pobre hija
del molinero y, aunque le iba en ello la vida, no se le ocurría cómo hilar la hierba seca para convertirla en oro. Cuanto más tiempo pasaba, más miedo tenía, y por fin no pudo más y se echó a llorar.

De repente, se abrió la puerta y entró un hombrecito.
  • ¡Buenas tardes, señorita molinera! -le dijo-. ¿Por qué está llorando?
  • ¡Ay de mí! -respondió la muchacha.- Tengo que hilar toda esta hierba seca de modo que se convierta en oro, y no sé cómo hacerlo.
  • ¿Qué me darás -dijo el hombrecito- si lo hago por ti?
  • Mi collar -dijo la muchacha. 
El hombrecito tomó el collar, se sentó frente a la rueca y... ¡zas, zas, zas! Dio varias vueltas a la rueda y se llenó el carrete. Enseguida tomó otro y... ¡zas, zas, zas! Con varias vueltas estuvo el segundo lleno. Y así continuó sin parar hasta la mañana, en que toda la hierba seca quedó hilada y todos los carreteles llenos de oro.
La joven molinera y el duende Saltarín - El Dragón Enano
Al amanecer se presentó el rey y, cuando vio todo aquel oro, sintió un gran asombro y se alegró
muchísimo: pero su corazón rebosó de codicia. Hizo que llevasen a la hija del molinero a una habitación mucho mayor que la primera y también atestada de hierba seca y le ordenó que la hilase en una noche si en algo estimaba su vida.

La muchacha no sabía cómo arreglárselas y ya se había echado a llorar, cuando se abrió la puerta y
apareció el hombrecito.
  • ¿Qué me darás -preguntó- si te convierto la hierba seca en oro?
  • Mi sortija -contestó la muchacha.
El hombrecito tomó la sortija, volvió a sentarse a la rueca y, al llegar la madrugada, toda la hierba
seca estaba convertida en reluciente oro. Se alegró el rey a más no poder cuando lo vio; pero aún no tenía bastante y mandó que llevasen a la hija del molinero a una habitación mucho mayor que las anteriores y también atestada de hierba seca.
  • Hilarás todo esto durante la noche -le dijo-, y si logras hacerlo, serás mi esposa. 
Tan pronto quedó sola, apareció el hombrecito por tercera vez y le dijo:
  • ¿Qué me darás si nuevamente esta noche te convierto la hierba seca en oro?
  • No me queda nada para darte -contestó la muchacha.
  • Prométeme entonces -dijo el hombrecito- que, si llegas a ser reina, me entregarás tu primer hijo.
La muchacha dudó un momento. « ¿Quién sabe si llegaré a tener un hijo algún día? Esta noche
debo hilar este heno seco» se dijo. Y no sabiendo cómo salir del paso, prometió al hombrecito lo que
quería y éste convirtió una vez más la hierba seca en oro. Cuando el rey llegó por la mañana y lo encontró todo tal como lo había deseado, se casó enseguida con la muchacha. Y así fue como se convirtió en reina la linda hija del molinero.

Un año más tarde le nació un hermoso niño, sin que se hubiera acordado más del hombrecito.

Pero, de repente, le vio entrar en su cámara:
  • Vine a buscar lo que me prometiste -dijo.
Rumpelstiltskin – Cuentos infantiles
Rumpelstinski.
La reina se quedó horrorizada y le ofreció cuantas riquezas había en el reino con tal de que le
dejara al niño; pero el hombrecito dijo:
  • No. Una criatura viviente es más preciosa para mí que los mayores tesoros de este mundo.
Comenzó entonces la reina a llorar, a rogarle y a lamentarse de tal modo que el hombrecito se
compadeció de ella.
  • Te daré tres días de plazo -le dijo-. Si en ese tiempo consigues adivinar mi nombre, te quedarás con el niño.
La reina se pasó la noche tratando de recordar todos los nombres que oyera en su vida y,
como le parecieron pocos, envió un mensajero a recoger, de un extremo a otro del país, los demás
nombres que hubiese.

Cuando el hombrecito llegó al día siguiente, empezó por Gaspar, Melchor y Baltasar, y fue luego
recitando uno tras otro los nombres que sabía; pero el hombrecito repetía invariablemente:
  • ¡No! Así no me llamo yo.
Al segundo día la reina mandó averiguar los nombres de las personas que vivían en los
alrededores del palacio y repitió al hombrecito los más curiosos y poco comunes.
  • ¿Te llamarás Arbilino, o Patizueco, o quizá Trinoboba?-
Pero él contestaba invariablemente:
  • ¡No! Así no me llamo yo.
Al tercer día regresó el mensajero de la reina y le dijo:
  • No he podido encontrar un sólo nombre nuevo; pero al subir a una altísima montaña, más allá de lo más profundo del bosque, allá donde el zorro y la liebre se dan las buenas noches, vi una casita diminuta. Delante de la puerta ardía una hoguera y, alrededor de ella, un hombrecito ridículo brincaba sobre una sola pierna y cantaba: “Hoy tomo vino y mañana cerveza, después al niño sin falta traerán. Nunca, se rompan o no la cabeza, el nombre Rumpelstinski adivinarán”.
¡Imagínense lo contenta que se puso la reina cuando oyó este nombre! Poco después entró el
hombrecito y dijo:
  • Y bien, señora reina, ¿cómo me llamo yo?
  • ¿Te llamarás Conrado? -empezó ella.
  • ¡No! Así no me llamo yo. -¿Y Enrique?
  • ¡No! ¡Así no me llamo yo! -replicó el hombrecito con expresión triunfante.
Sonrió la reina y le dijo:
  • Pues... ¿quizás te llamas... Rumpelstinski?
  • ¡Te lo dijo una bruja! ¡Te lo dijo una bruja! -gritó el hombrecito y, furioso, dio en el suelo una patada tan fuerte, que se hundió hasta la cintura. Luego, sujetándose al otro pie con ambas manos, tiró y tiró hasta que pudo salir; y entonces, sin dejar de protestar, se marchó corriendo y saltando sobre una sola pierna, mientras en palacio todos se reían de él por haber pasado en vano tantos trabajos.

Ahora, responde a las preguntas:


¿Qué había en las tres habitaciones?

¿Qué le da en total la hija del molinero al hombrecillo?

¿Por cuántas habitaciones pasó la hija del molinero?

¿Por qué mintió el molinero al Rey?

¿Cuál era el verdadero nombre del hombrecillo?

Cuando entra el hombrecillo en la primera habitación al saludar ¿cómo llama a la hija del molinero?

¿Cuántos días le dio de plazo el hombrecillo a la Reina?

¿De quién era hija la Reina?

¿Dónde encontró el mensajero al hombrecillo cantando?

¿Qué le ofreció la reina al hombrecillo para que no se quedase con el niño?

EJERCICIO FINAL: Escribe la opinión personal que te merece cada uno de los personajes del cuento: el molinero, el rey, la hija del molinero, Rumpelstinsk y el mensajero. Utiliza adjetivos variados.

Ejemplo:

El mensajero: es servicial, fiel e incansable.

12 comentarios:

  1. 1. Hierba seca
    2. Un collar, una sortija y su niño que no se le dio
    3. Tres
    4. Para que se llevase a su hija y que se convirtiera en reina
    5. Raupelmski
    6. Señorita
    7. 3
    8. De un molinero
    9. En una montaña
    10. Riquezas del reino
    Soy Raúl

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    1. Hola, Raúl. Está todo, bien, exceptuando las preguntas 4 y 5. Revísalas y, si puedes, envíame la respuesta correcta.

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  2. El hombrecito me parece una persona trabajadora y cumplidiora
    La muchacha me parece una llorona
    El rey me parece un hombre muy abaricioso
    El servidor me parece una persona fiel e incansable
    Soy Raúl

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  3. 1º:Hierva seca.
    2º:Un collar y una sortija.
    3º:Por tres.
    4º:Para poder tener riquezas con su hija.
    5º:Rumpelstinky.
    6º:Señorita.
    7º:Le dio tres días.
    8º:Del molinero.
    9º:Detras de las montañas.
    11º:Le ofreció las riquezas que tenia pero el las rechazo.

    El molinero es un mentiroso e infiel.
    El rey es avaricioso.
    La hija del molinero era servicial y muy amable.
    Rumpelstinky era un hombrecillo un poquito avaricioso y siempre consigue lo que quiere.
    El mensajero es servicial, muy amable y nunca descansa.

    Soy Mar

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    1. Genial, Mar. Has captado el sentido del texto fenomenalmente bien. Solo un par de correcciones:
      "Hierba", con "b".
      Aparte del collar y la sortija, le ofreció a su futuro hijo (que aunque aún no era, podría ser considerado como ofrecimiento)
      ¡¡Buen trabajo!!

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  4. 1. hierba seca.
    2. pues primero le da un collar segundo una sortija y por ultimo como no la quedaba nada le dijo el hombrecito que cuando tuviera un niño que se lo tenia que dar.
    3. por 3 habitaciones.
    4. porque le gustaba darse importancia.
    5. el verdadero nombre era Rumpelstinski.
    6. Señorita molinera.
    7. 3 días.
    8. de un pobre molinero.
    9. En la montaña.
    10. le ofreció riquezas del reino.

    el molinero= un molinero pobre mentiroso.
    la hija del molinero= pues que lloraba por todo.
    El Rey= me parece que manda mucho.
    Rumpelstinsk= pues un hombre muy bueno.
    El mensajero= una persona incansable.


    Soy Ángela.

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    1. Por Dios, Ángela... Haz un esfuerzo por poner las tildes :-)
      último, tilde en la "u". Tenía, tilde en la "i".

      Por lo demás, muy muy bien. Buen trabajo.

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  5. 1-Hierba seca.
    2- Un collar una sortija y su niño q no se lo dió.
    3- Por tres.
    4- Para poder coger importancia su hija.
    5- Rumpelsinky.
    6- Señorita.
    7- 3 días.
    8- De un molinero.
    9- Detrás de la montaña.
    10- Le ofreció riquezas del reino que tenia pero él las rechazó.

    El molinero: era un molinero sin dinero y mentiroso.
    El rey : me parece avaricioso.
    La muchacha me parece muy llorona.
    El servidor me parece una persona fiel y incansable.

    Soy Sergio.

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  6. 1-Hierba seca.
    2-Un collar una sojita y a su futuro hijo.
    3-Por 3.
    4-Porque le gustaba darse importancia.
    5-Rumpelsinky.
    6-Señorita.
    7-3 días.
    8-De un molinero.
    9-Detrás de las montañas.
    10-le ofreció las riquezas del reino pero el las rechazo.

    El molinero me parece un mentiroso.
    El rey me parece un avaricioso.
    El hombrecito me parece un una persona cumplidora.
    El mesajero me parece una persona buena y amable.
    Soy Alexandra.

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