Felipe IV.

Felipe IV.

Felipe IV era hijo de Felipe III y de Margarita de Austria. Como siempre hacemos, vamos a ver primero un poco cómo era él, para luego entender qué hizo y por qué lo hizo.

Infancia.

Ya de niño sus maestros apreciaron en él que era inteligente, trabajador y curioso. Escribía muy bien; era un gran deportista (montaba a caballo con soltura y era un experimentado cazador, al igual que ya lo fuera su abuelo Felipe II), sabía idiomas (portugués, italiano, francés y castellano), y era amante de la música, del teatro, de la pintura y de la danza. Por tanto tenemos que pensar en él como alguien preparado y capaz.

Felipe IV, un rey muy religioso.

María Calderón, la amante
más famosa de Felipe IV.

Al igual que sus antepasados, Felipe IV era muy creyente. Rezaba a diario, acudía a todos los oficios religiosos (misas) y procuraba conducirse como un buen cristiano.

Felipe IV, un rey muy poco comunicativo.

Según cuentan, Felipe IV era muy muy reservado. Apenas le cambiaba la cara cuando hablaba. Muchos le comparaban con una estatua parlante, frío y desapasionado. Quizá lo que le pasaba es que era muy tímido. No sabemos.

Felipe IV, un rey muy infiel.

Felipe IV fue un rey muy mujeriego. No entraremos a contabilizar aquí cuántas amantes tuvo. Pero valga como referencia que se sabe de seguro que tuvo 8 hijos fuera del matrimonio; aunque algunos historiadores aventuran que pudieron ser más de 30. Especial fama alcanzó su romance con María Calderón, una actriz muy famosa que trabajaba en los corrales de comedias de Madrid.


Ascenso al trono.

El conde duque de Olivares.

Cuando muere su padre, Felipe IV es coronado rey. Tenía 16 años. Al principio fue ayudado por el Conde Duque de Olivares, que se encargó de gran parte de los asuntos del gobierno. Pero poco a poco Felipe fue ocupándose más y más de los cuestiones de estado, hasta que prácticamente llegó a llevar él mismo todo el peso del gobierno.


Problemas de Felipe IV.

Felipe IV hubiera sido un gran rey de no haber tenido tan mala suerte. Casi todo lo que le vino en la vida fue malo, tanto a nivel personal como a nivel de gobierno. A continuación os voy a referir algunas de las numerosísismas dificultades que el pobre tuvo que afrontar a lo largo de su vida:

Rendición de Breda. Guerra en los
Países Bajos.

• Guerra en los Países Bajos. Si recordáis, todos estos reyes de los que hasta ahora hemos hablado (Carlos I, Felipe II y Felipe III) tenían posesiones en los Países Bajos. Y también recordaréis que los habitantes de dichos Países Bajos no estaban muy conformes con que sus reyes fueran de España. Pues bien; durante el reinado de Felipe IV se produjo allí una revuelta que acabó desembocando en una guerra. Todo acabó con la independencia de la mayoría del territorio de los Países Bajos, que ya nunca más estuvieron vinculados a España. 

• Guerra en Portugal. También recordaréis que en 1580 Felipe II se había convertido en rey de Portugal. Y también fueron reyes de dicho país Felipe III y Felipe IV. Pero ¡Ay! A los portugueses tampoco les hacía mucha gracia que su rey fuera el rey de España. Por eso se produjo una guerra larguísima (desde 1640 hasta 1665) que acabó con la independica de Portugal.

Revuelta de los segadores.
Guerra en Cataluña.

• Guerra en Cataluña. En cataluña pasó lo mismo que en Portugal. Los catalanes se hartaron de pertenecer a España, ya que el rey les hacía pagar muchos impuestos. También tuvo lugar una guerra, que duraría desde 1640 hasta 1654. Ésta guerra la ganó Felipe IV, que consiguió mantener a Cataluña dentro de España.

• Guerra contra Francia. Por lo que os he ido contando hasta ahora ya sabréis que España y Francia han estado en guerra muchas veces. Y el reinado de Felipe IV no fue una excepción. hubo muchas batallas contra nuestros vecinos, que acabaron ganando la guerra. España tuvo que entregar a Francia el Rosellón (un trocito de tierra al norte de Cataluña) 

• Guerra contra Inglaterra. También hubo guerra contra Inglaterra. Los barcos ingleses y españoles se atacaban en todas partes: los ingleses intentaron saquear Cádiz en 1625; y luego también llevaron a cabo numerosos ataques a barcos españoles que venían cargados de oro y plata de América. De esta época son la mayoría de los naufragios con tesoros españoles.

Barcos ingleses atacando Cádiz.

Por lo que ya sabéis de historia, os podréis imaginar que tanta guerra no podía ser buena. Y efectivamente: toda la riqueza se iba en armas y en pagar a los soldados. España se empobrecía año a año. Y para colmo de males, una serie de malas cosechas hicieron que la gente llegara a pasar auténtica hambre. No había pan, ni comida, ni carne, ni nada. 

Viendo el país agotado y al borde del colapso, Felipe IV se vio obligado a firmar la paz con casi todo el mundo:

• Tratado de Westfalia (1648). Significó la paz en Países Bajos. Una parte de los mismos se independizó.
• Tratado de los Pirineos (1659). Trajo la paz con Francia. Como ya hemos dicho antes España tuvo que entregar a Francia el Rosellón y territorios dispersos por el centro de Europa.

Felipe IV y Luis XIV de Francia en la
Paz de los Pirineos.

Cansado de tanta guerra, Felipe IV muere en 1665. Durante mucho tiempo la historia le ha tratado mal; aunque recientes estudios han sacado a la luz que fue un rey trabajador, entregado a su país, inteligente y audaz. Simplemente... Tuvo mala suerte, y no supo cuando parar de pelearse con todos.

MORALEJA DEL REINADO DE FELIPE IV: No podemos enfrentarnos contra todo el mundo al mismo tiempo. Y mucho mejor aún si no nos enfrentamos con nadie. Hay caminos mucho mejores que la guerra para conseguir lo que queremos. La guerra solo trae sufrimiento, hambre y dolor.