- Situación inicial en calma.
- Problema que surge y que altera la situación inicial.
- Cosas que pasan para que el problema se arregle.
- Final, en el cuál se arregla (o no) el problema.
Ya os he contado que esta sencilla estructura es la clave de la mayoría de cuentos, novelas e historias. Valgan como ejemplo algunos cuentos clásicos:
"Caperucita roja":
1.- Todo está en calma.
2.- El lobo la lía y da problemas.
3.- El cazador mata al lobo.
4.- Al final, todos felices.
"El Rey León":
1.- Todos felices y en calma.
2.- El malo la lía bien gorda.
3.- Simba se busca la vida para crecer, fortalecerse y poder derrotar a su malvado tío.
4.- Simba derrota a Scar y todos felices de nuevo.
Luego también se pueden introducir variantes de final triste, como en "El flautista de Hamelin":
- Todo está bien en el pueblo.
- Aparece una plaga de ratas.
- Un flautista llega al pueblo y, a cambio de siete bolsas de oro, ofrece llevárselas tocando una melodía mágica.
- El flautista consigue su objetivo. Y todo VOLVERÍA a la calma de no ser porque el alcalde decide no pagar al flautista. Éste, en venganza, embruja a todos los niños del pueblo y se los lleva para siempre a una cueva en el interior de las montañas.
Esta actividad no tenéis que entregarla hoy. Podéis realizarla durante el puente. No lo hagáis chapuceramente. Esforzáos un poco. La mejor historia, la que mejor expresada esté y no tenga muchas faltas de ortografía, aparte de recibir un punto extra será publicada en una entrada de blog propia el lunes que viene.
La historia podéis publicarla en comentarios; o si lo preferís, enviádmela por correo a la dirección gapapagator@gmail.com. En todo caso, si me la enviáis al correo, notificadme mediante un comentario que lo habéis hecho así.
Venga, a trabajar.